¿Qué es estrés?
El estrés generalmente se percibe como algo negativo, pero hay muchos niveles de estrés. Unos tipos de estrés pueden ser buenos para ti, y algunos tipos de estrés pueden ser malo para ti. Es importante saber diferenciar entre los dos.
El buen estrés es el tipo de estrés que ayuda a motivarte y comprometerte a hacer cosas. Dura poco tiempo y generalmente te sientes en control de la situación y el resultado.
Demasiado estrés, o mal estrés, puede durar mucho o bastante tiempo, y trae una sensación de falta de control e impotencia. Afecta tanto tu mente como tu cuerpo, poniéndote en un estado de emergencia, que puede volverse crónico.
¿Cómo sabes si estas sintiendo demasiado estrés?
Las personas sienten síntomas de estrés de manera diferente, pero algunos señales son comunes. Mira esta lista de síntomas de estrés y fíjate si tienes alguno de ellos:
- Dolores de cabeza
- Dificultad para dormir
- Malestar estomacal o náuseas
- Cuello rígido o tensión
- Pálpitos del corazón
- Baja energía
- Evitando a otros
- Volverte irritable
- Escuchar a otros comentar: "No eres tú misma"
- Incapaz de "apagar" las preocupaciones
- Dificultad para concentrarte
- No comer lo suficiente, o comer demasiado
- Sentirte agobiada
- Llorando fácilmente
- Enojarte rápidamente
- Dificultad para relajarte
- No disfrutar cosas que antes disfrutabas
Manejando el estrés
Aunque el estrés es una parte inevitable de la vida, es posible aprender formas de ayudarte a sobrellevarlo de maneras más efectivas. Al desarrollar ciertas habilidades, puedes sentirte más resistente cuando te enfrentas a situaciones estresantes. Esto te ayudará a sentirte más fuerte y más tranquila, y eso puede ayudar a tu bebé y a toda tu familia.
Resiliencia
La resiliencia es nuestra capacidad de "recuperarnos" del estrés y otras experiencias difíciles. Ser resistente no significa que no sientas el impacto del estrés. La resiliencia es nuestra capacidad de encontrar formas de adaptarnos y enfrentar el estrés. Todos somos capaces de resiliencia y de aumentar nuestra resiliencia.
Los factores importantes para construir resiliencia incluyen:
- Relaciones de apoyo
- Expectativas realistas
- Centrarte en desarrollar actitudes positivas y de aceptar hacia una misma
- Concéntrate en usar las habilidades de comunicación incluso cuando es difícil
- Practicar la tolerancia de los sentimientos difíciles y, por lo tanto, disminuir lo agobiada
Relaciones de apoyo
Se dice que se necesita un pueblo para criar una madre. Es importante pensar en quién podría estar presente para ti en diferentes tipos de situaciones. Todas las personas, especialmente los nuevos padres, necesitan apoyo. Se puede brindar apoyo atreves de actos físicos, como preparar la cena, limpiar la casa o cuidar al bebé mientras duermes. También se puede dar a través del apoyo emocional. ¿Quién es la persona a la que llamas primero cuando tienes un mal día? ¿Quién te escucha y te deja desahogarte cuando estás frustrada?
Expectativas realistas
¿De dónde salen tus ideas sobre la maternidad? ¿Vienen de tu familia, amigos, cultura, religión, los medios de comunicación? Cualesquiera que sean tus esperanzas, recuerde lo siguiente:
- El camino hacia la maternidad es difícil.
- Cometerás errores.
- No lo harás mejor que todos los demás.
- Tendrás días fantásticos y días horribles.
- Ni tu ni tus amigas tendrán todas las respuestas.
- La cantidad de tiempo que crees que necesitarás, casi siempre ocuparas mas.
- No estás sola en esto.
Actitudes positivas hacia uno misma: actividades relajantes
Encuentra actividades que te den placer y desarrollar un poco de tiempo para ellos puede ser muy útil. Aunque parezcan cosas pequeñas, pueden hacer una gran diferencia para un nuevo padre.
Aquí hay algunas actividades que muchas madres embarazadas y nuevas encuentran relajantes. ¿Alguno de ellos te funciona? ¿Hay otros que no figuran en la lista que podrías agregar?
- Cantar
- Leyendo un libro
- Viendo una película
- Jardinería o plantar unas semillas
- Tocar música y bailar
- Pedir o aceptar ayuda de otros
- Orar
- Meditar
- Escribir en un diario
- Salir con una amiga
- Salir a caminar
- Tomar una siesta
- Preparar y comer una comida sabrosa y nutritiva
- Movimiento
- Ejercicio
- Respiración profunda
- Llamar a una amiga
- Hablando sobre cómo te sientes con alguien que te escuche con interés
- Haciendo algo bueno por alguien mas
- Hacerte una taza de té
- Tomar un baño
- Tejido de punto
- Haciendo manualidades
Habilidades de comunicación
Ya sea que estés tratando de concebir, estés embarazada o de posparto, es de mucha importancia comunicar tus deseos y necesidades a tus seres queridos. Aquí hay algunos ejemplos que puedes usar:
Declaraciones de Yo — esta técnica de comunicación permite al hablante concentrarse en sus propios sentimientos o creencias en lugar de pensamientos y características que el hablante atribuye al quien se lo está diciendo. Por ejemplo, una persona podría decirle a su pareja: "Me siento sola cuando te quedas tarde en el trabajo," en lugar de preguntar: "¿Por qué nunca llegas a casa a tiempo?"
Duplicación — esta técnica de comunicación permite a ambas personas confirmar que han sido escuchadas. Por ejemplo, “Lo que te escucho decir es que estás haciendo horas extras porque te preocupan los gastos adicionales que tendremos para el bebé. ¿Lo entendí bien? ¿Qué me perdí? ¿Hay algo más?"
Practicando la tolerancia a los sentimientos difíciles
Muchas personas prefieren fingir que sus sentimientos difíciles o dolorosos no existen y juzgarlos, resistirlos o ignorarlos. Pero a menos que los afrentemos, no se resolverán.
Un método para aumentar tu tolerancia a estos sentimientos difíciles es pensar en ellos como si fueran un túnel subterráneo. No hay salida excepto pasando por él. Así que siéntate con tus sentimientos. Permítete sentirte enojada y triste. Llora a grito. Haz lo que necesites hacer para superarlos. Si los sentimientos no desaparecen, busca ayuda. Lo más importante.